Receta de crema de zanahorias y puerro

Crema de zanahorias y puerro

Sopas 2589 Última Actualización: 02/10/2023 Creado: 02/10/2023
Crema de zanahorias y puerro
  • Raciones: 4 Persona(s)
  • Tiempo de Preparación: 20
  • Tiempo de Cocinado: 50
  • Calorías: 280
  • Dificultad: Fácil


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Largo y tendido se ha hablado sobre la dieta mediterránea, un legado cultural de inconmensurable interés que reúne productos, técnicas y recetas que ponen en el centro de la alimentación, la salud. Con un valor en alza, la UNESCO la declaró recientemente como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, destacando su papel de bienhechora en una coyuntura histórica donde la alimentación juega un papel determinante en materia de salud pública.

España, como baluarte de la dieta Mediterránea en el mundo, está tratando de exportar este modelo a la esfera anglosajona, ensalzando la importancia de los vegetales como eje vertebrador de toda dieta. Durante los años 50, en Estados Unidos se percataron de que los accidentes cardiovasculares no eran tan frecuentes en los países mediterráneos como Estados Unidos. Al consumo de verduras, hortalizas y legumbres, se sumaba la inclusión de grasas saludables.

Podríamos seguir enfatizando en los beneficios de la dieta mediterránea, por ejemplo, como pieza fundamental para combatir el cambio climático, reduciendo hasta en un 72% los gases de efecto invernadero. Asimismo, se ha demostrado eficaz como catalizador de una buena salud mental, pilar que se ve complementando con el ejercicio y un sueño reparador. Incorporar esta crema de zanahoria y puerro en nuestra dieta, nos ayudará, además de todo esto, a mantener el peso a raya.

Pocos alimentos ofrecen tanto por tan poco como la zanahoria, luciendo un color naranja sumamente llamativo, a consecuencia de la existencia de carotenos, potentes compuestos antioxidantes que se transforman en Vitamina A. Ricas en fibra y otras vitaminas, poseen tan solo 28 calorías por porción, lo que la convierte de facto en un alimento con calorías "negativas". Por su parte, el puerro, es extraordinariamente rico en fibra y minerales como el hierro, potasio o fósforo.

Las cremas, en esencia, no son más que una sopa ligada con algún agente espesante, a menudo presente naturalmente en las mismas verduras que integran el plato. Encontramos multitud de razones, más allá de las mencionadas anteriormente, para optar por esta forma de procesamiento. Pueden degustarse frías, templadas o calientes, complementan perfectamente a platos proteicos y, por último, son fácilmente digeribles e ideales, por tanto, para niños o ancianos. ¡Todo ventajas!

Ingredientes

Instrucciones

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  1. La principal premisa de las cremas es que, efectivamente, queden cremosas, valga la redundancia. Lograremos esta cremosidad de dos maneras, primero, con la ayuda de un almidón, en este caso proveniente de la patata. Por otro lado, es conveniente que dispongamos de una batidora potente, procesador de alimentos o, mejor aún, un robot de cocina como la Thermomix o similar.
  2. Lo primero que haremos será pelar las zanahorias y la patata, procurando que esta última no se oxide, sumergiéndola para ello en agua fría. Seguidamente, limpiaremos a conciencia los dos puerros, eliminando la raíz y la mayor parte de las hojas, realizando dos cortes en cruz. Eliminaremos toda la tierra acumulada colocándolo debajo de un chorro de agua fría continuo.
  3. A continuación, cortaremos todos los vegetales en mirepoix, sin detenernos demasiado, aunque procurando que no guarden un tamaño demasiado dispar entre si. En una cacerola verteremos los 25 ml de aceite de oliva, a lo que particularmente me gusta añadir una nuez de mantequilla. Sazonaremos al gusto, en este caso, con sal, pimienta y una pizca de comino, llevándolo al fuego.
  4. Cocinaremos a fuego bajo durante 20 o 30 minutos, permitiendo que los vegetales suden, sin que lleguen a dorarse, o de lo contrario esas notas tostadas destacarían mucho entre los sutiles aromas y sabores genuinos de la zanahoria y el puerro. Rehogaremos hasta que el puerro se torne transparente, momento que aprovecharemos para mojar las hortalizas con el agua o caldo.
  5. Preferiblemente, emplearemos un caldo vegetal de elaboración propia, no obstante, podemos localizar en los supermercados caldos bastante resultones o, como último recurso, incorporar una pastilla de caldo de verduras sin sal. Subiremos el fuego a la mitad y proseguiremos con la cocción unos 30 minutos más, confirmando que sobre todo la zanahoria y la patata se han reblandecido.
  6. Con la ayuda de un túrmix trituraremos las hortalizas directamente en el recipiente, dedicándole unos minutos para cerciorarnos de que obtenemos una crema homogénea y sin la presencia de grumos. Con el fin de otorgarle un color amarillo más atractivo, y aumentar significativamente sus propiedades medicinales, agregaremos una cucharadita de cúrcuma en crudo y removeremos.
  7. Finalmente, para conseguir una textura aún más fina y sedosa, colaremos el resultado por un chino, eliminando, eso sí, parte de la fibra alimentaria que podría resultar beneficiosa para el tránsito intestinal. En cualquier caso, compensaremos la falta de esta fibra saludable con unas semillas de sésamo tostadas o unas pipas de calabaza que sumarán sabor y densidad nutricional.
  8. ¡Qué aproveche!

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Autor Cristina Cristina

¡Hola! Me llamo Cristina, soy cordobesa y además de diseñadora web adoro la cocina ¡Espero que disfrutes de estas deliciosas recetas de la abuela tanto como yo!


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