Receta de sopa de galets

Sopa de galets

Sopas 1660 Última Actualización: 20/12/2024
Sopa de galets
  • Raciones: 4 Persona(s)
  • Tiempo de Preparación: 40
  • Tiempo de Cocinado: 20
  • Calorías: 420
  • Dificultad: Fácil


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La sopa de galets no es demasiado conocida fuera de Cataluña, pero se ha granjeado una buena reputación en las mesas de los paladares más selectos.

Nace con vocación puramente navideña, aunque puede disfrutarse a lo largo de los meses de otoño e invierno.

Conocida también como escudella de Nadal, esta receta busca emular a las tradicionales pelotas o albóndigas que acompañan incondicionalmente a los cocidos.

Resulta fácilmente reconocible, ya que se presenta como una sopa formada por unas caracolas de pasta rellenas de carne especiada. Esta receta bebe directamente de la escudella, sopas antiquísimas típicas a su vez de la Comunidad Valenciana y Baleares. Los lugareños ligados a las zonas rurales, sostenidos por una economía de subsistencia, empleaban los productos que la tierra les brindaba reconciliándolos en un puchero al que además agregaban carne y pasta.

Durante el siglo XX en Barcelona se cocinaba una sopa hecha con pasta tipo macarrón culminada con queso rallado, sirviéndose en Navidad como plato estrella. Probablemente, de aquí surgiera la receta que más tarde inspiraría a los galets. Fue el fabricante de pasta Tomás Guinovart quien, en un alarde de astucia empresarial, comenzó a producir esta pasta ofreció solución a un problema. El típico macarrón se escurría de la cuchara al comerlo, ideando esta pasta más redondeada.

Con el paso del tiempo, y dado el tamaño generoso de los galets, a alguien se le debió ocurrir, con muy buen criterio, la idea de rellenarlos con carnes y otros ingredientes. No solo admite el típico relleno de carne de vacuno, sino que se presta al cerdo, jamón, pollo o, incluso, la morcilla. Para llevar a cabo este relleno es preciso mezclar estas carnes desmenuzadas con un aglutinante, como la clara de huevo o el pan rallado. Sin duda una receta que repetirás en más de una ocasión.

Ingredientes

Instrucciones

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  1. Empezaremos preparando el relleno de la carne, el cual guarda grandes similitudes con las mencionadas albondiguillas. En un bol amplio introduciremos la carne de vacuno junto a la de cerdo, además del huevo, las rebanadas de pan de molde previamente remojadas en leche y un majado con los ajos, el perejil y el zumo de limón. Salpimentaremos y mezclaremos bien.
  2. Insisto en la importancia de adquirir una carne de calidad, rehusando de los burguer meat y demás sucedáneos que contienen un ínfimo porcentaje de carne. Como siempre decimos, lo ideal es seleccionar las piezas frescas que más nos gusten y pedirle al carnicero de confianza que las muela. Hay quien prefiere una consistencia muy fina, pero personalmente me gusta más gruesa.
  3. Con las manos perfectamente limpias, o enfundadas en unos guantes de nitrilo aptos para uso alimentario, amasaremos hasta obtener una mezcla homogénea, dejándola reposar unos minutos para que el ácido del limón potencia los sabores. A continuación, tomaremos los galets, rellenándolos de uno en uno con los dedos, ejerciendo presión para compactarlos bien.
  4. No rebasaremos el borde, ya que si nos excedemos, en la cocción, el relleno podría escaparse, dejando tropezones en la sopa. Iremos acomodándoos en un bol a medida que los rellenamos. En una cazuela amplia verteremos los 2 litros de caldo de pollo, llevándolo a ebullición. Justo en el momento que rompa a hervir, incorporaremos los galets y bajaremos el fuego al mínimo.
  5. Herviremos por un tiempo aproximado de 15 minutos, siguiendo las instrucciones del fabricante. Removeremos de vez en cuando meneando la cazuela, agarrándola por las dos asas. No seas muy brusco, basta un ligero movimiento para conseguir una cocción homogénea. Transcurrido el tiempo, apagaremos el fuego y dejaremos reposar unos dos minutos más.
  6. Finalmente, serviremos los galets aún calientes en un plato hondo, nadando en el delicioso caldo de pollo. Nos hemos decantado por un caldo de pollo dado que posee un sabor neutro que no eclipsará en absoluto a los galets, sin embargo, pueden mojarse con caldo de res, de cocido o cualquier otro tipo que nos guste, sin olvidarnos de que se trata de un simple hilo conector.
  7. Si queremos darle un toque más sabroso y distinguido, sacaremos los galets del caldo con sumo cuidado, extendiéndolos en una fuente refractaria para horno. Espolvorearemos un queso fundente de nuestra elección, por ejemplo, queso emmental, y los gratinaremos a máxima potencia durante 5 minutos. Ahora sí, ya están listos para sumergirse en el caldo de pollo.
  8. ¡Qué aproveche!

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Autor Cristina Cristina

¡Hola! Me llamo Cristina, nací en Córdoba, soy dietista y adoro la cocina tradicional ¡Espero que disfrutes mis recetas!


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